Clase 11: fotografía analógica. revelado.
A día de hoy podemos sentirnos afortunados de descubrir y poder experimentar de una manera tan sencilla la fotografía analógica en todas sus formas. Desde el uso de cámaras analógicas y luchar contra el impulso imparable de revisar cada foto una vez hecha, hasta el revelado de la película y ampliación de los clichés con sus infinitas posibilidades creativas y artísticas.
La fotografía analógica tiene la capacidad especial de hacer que nos paremos, pensemos la foto, busquemos el mejor encuadre, revisemos parámetros y perdamos la costumbre de disparar a diestro y siniestro a todo lo que se mueve. ¿Por qué? Porque vale dinero con cada disparo. Así de sencillo. Sin embargo, a pesar de costar dinero en cada disparo y a la hora de revelar, el aprendizaje se hace de una manera más afianzada, no pruebas y erras por gusto sin prestar atención a los parámetros y con cada disparo lo tienes todo en cuenta. Eso es una maravilla que a día de hoy se está perdiendo por la digitalización de la fotografía. Ese proceso desde que tomas la foto, la mitificas en tu mente, la revelas y la amplías, es grandioso. Para bien o para mal, según el resultado final, ese misterio, esa química, nunca mejor dicho, del fotógrafo con la incertidumbre de qué saldrá no tiene precio. Te sientes más fotógrafo, son tuyas todas y cada una de las fotos que has hecho y terminas con una especial sensación de cercanía con cada carrete que revelas.
Y bueno, después de demostrar mi devoción infinita por la fotografía analógica vamos a centrarnos un poquito. Como recomendación os nombro al maestro de maestros para mi gusto en lo que es la parte técnica de la fotografía analógica, Ansel Adams. Tiene tres libros, La Cámara, La Película y La Copia. Llegan a tener bastante profundidad técnica pero son libros que merece la pena leer, sobre todo por su archiconocido tratamiento zonal que a día de hoy usamos en PS con una facilidad pasmosa y que él dominaba en los laboratorios analógicos. Al que los necesite se los presto.
Ciñéndonos al tema que nos ocupa, vamos a hacer primero un resumen del proceso y luego vamos a comentar las especialidades de cada paso y algunos truquitos y recomendaciones. Obviamente si alguien necesita más profundidad en el tema lo mejor es leer los libros que se recomiendan e infinidad de información que hay en la red. Una biblioteca aquí en Sevilla que conserva información de este tema es la de Bellas Artes y la de Comunicación.
PREPARACIÓN
Lo primero que hay que hacer es sacar el negativo de su carcasa y ponerla en el recipiente estanco que usaremos para poder revelarlo, donde podemos ir echando los líquidos sin necesidad de tener la luz apagada durante todo el proceso.
Para sacar la película de la carcasa y meterla en la espiral que quedará dentro del tanque de revelado, habrá que hacerlo a oscuras. Una vez esté dentro del tanque de revelado ya podremos encender la luz y empezar a verter los líquidos de la manera adecuada.
Por lo tanto lo primero es apagar la luz y cerciorarnos de que no hay nada de luz que se cuele por ningún sitio. Ya con la luz apagada, ni luz roja ni ninguna luz, podemos sacar el negativo de la carcasa e introducirlo en la espiral que ira posteriormente dentro del tanque. Esta espiral facilita que los líquidos lleguen de manera adecuada a todas las zonas del negativo por igual.
Con la película metida en la espiral, metemos esta en el tanque de revelado y lo cerramos para que no entre la luz. Una vez hecho esto y si lo hemos cerrado correctamente, ya podemos encender la luz y proceder con los líquidos.
Las cantidades de líquido necesario para cubrir el nivel al que queda el carrete dentro del tanque viene especificado en la base del tanque de revelado por debajo, tanto para si usamos uno o dos carretes o usamos carretes de 35mm o 120. Esto es importante saberlo para no pasarnos y desperdiciar líquido ni para quedarnos cortos y que se quede medio negativo sin revelar.

RESUMEN DEL PROCESO DE REVELADO.
El proceso de revelado, tanto del negativo como de la copia en papel o ampliación, tiene tres pasos fundamentales y en cada uno de ellos usaremos un líquido diferente.
Revelado – Líquido revelador.
Paro – Líquido paro.
Fijación – Líquido fijador.
El paso por el revelador hace que la imagen latente que se encuentra en la película aparezca y sea visible al ojo humano. El material químico que tiene la película, tras verse afectado por la luz al hacer la fotografía, reacciona con el líquido y se pone negro. Así, las zonas de más iluminación se pondrán más negras en el negativo y aquellas donde no haya dado la luz quedarán más transparentes. Por eso se llama negativo, porque la imagen que aparecerá será negra donde había luz y transparente donde no la había.
En el segundo paso, el paro, como su nombre indica, paramos el efecto de revelado provocado por el revelador. Un paso rápido y sencillo.
El tercer paso es el fijador. Con este último paso hacemos que la película, o el papel, deje de ser fotosensible y podamos sacarlo a la luz para poder ver las fotos que hemos estado haciendo. Este paso es muy importante porque si no lo realizamos el soporte se irá deteriorando hasta oscurecerse por completo porque el material fotosensible que tiene seguirá reaccionando con la luz.
Los pasos de paro y fijación son los menos críticos. Estos líquidos siempre se hacen igual y en función de la marca que usemos, sin depender del carrete y la ISO del mismo. Por ello hacer las disoluciones de estos líquidos no tiene ninguna complicación.
REVELADO PASO A PASO
En el paso de revelado, el primero, la creación de la disolución es un poco más engorrosa. Hay que tener en cuenta varias cosas:
- Marca de líquido revelador
- Marca del negativo que hemos usado.
- ISO (Sensibilidad) del carrete.
Por ejemplo, si tenemos un carrete Ilford FP4 Plus (125) y un revelador Ilfosol S tenemos la siguiente tabla de información:

Vemos diferentes columnas, las dos primeras hacen referencia a la película y al revelador que tenemos. La tercera se refiere a la disolución. 1+9 implica una parte del liquido revelador puro, por 9 partes de agua. ASA/ISO en la cuarta columna se refiere a la sensibilidad de la película. En nuestro caso es 125, y FP4+ siempre es 125 pero podemos forzarla para trabajar como si la película en vez de 125ASA tuviera 200ASA o 400ASA, incluso 50ASA. La columna de 35mm nos indica el tiempo que tenemos que estar revelando para que quede bien revelada nuestra película y como vemos, cambia según la disolución y según las ASA. También cambiará en función del par película y revelador.
Volviendo a la columna de las ASA/ISO, podemos observar que no solo aparece el valor de 125 que es el valor nativo de este carrete, si no que aparecen también otros valores. Esos valores no aparecen porque haya carretes Ilford FP4+ de esos valor de ISO si no que a la hora de hacer las fotos, nosotros podemos forzar este carrete hecho para 125ISO para que trabaje como si fuera uno hecho para 200ISO. A esto se le llama forzar un negativo. El problema es que aunque nosotros le digamos a la cámara que el negativo es de 200ISO o de 400ISO físicamente no es cierto, físicamente el negativo sigue siendo de 125ISO y al hacer creer a la cámara que el carrete es de, por ejemplo, 400ISO, usaremos tiempos de obturación más rápidos o diafragmas más cerrados para una misma escena. Es decir, si para una escena concreta donde vamos a hacer una foto tenemos la terna (125ISO; f4; 1/250s) si forzamos a 400ISO podría quedar la terna de la siguiente forma (400ISO; f4; 1/1000s) que en tiempos de obturación es cuatro veces más rápido que antes, es decir, que esta mucho menos tiempo entrando luz y el negativo nos va a quedar subexpuesto dado que este negativo no es de 400ISO si no de 125ISO. La manera de solucionar esta subexposición es cambiando los tiempos de revelado y estar más tiempo revelando para contrarrestar esta falta de exposición a la hora de hacer la foto. El tema del forzado nos da una solución para el caso de no tener a mano un carrete con las ASAs adecuadas. Lo que sí que no debemos hacer es ir cambiando en la cámara esta configuración de ASA/ISO para un mismo carrete. Esto quiere decir que si para un carrete ya hemos hecho fotos a 200ISO ese carrete debe hacerse a 200ISO entero. La razón es porque a la hora de revelar, no es posible separar las fotos que se han hecho con unas ISO de las que se hacen con otra ISO, puesto que hasta que no se revela la foto no aparece en el negativo. De manera que quedarían fotos subexpuestas otras bien expuestas y otras sobreexpuestas.
Después prepararemos los otros dos líquidos, el de paro y el de fijador con las proporciones que nos indiquen en cada uno de los botes y el tiempo también vendrá especificado en el bote.
Una vez que tenemos los líquidos preparados y sabemos el tiempo que tenemos que tener el negativo dentro de cada líquido vamos a ir vertiéndolos por orden dentro del recipiente y sacando antes el líquido del paso previo. Es decir no mezclamos los líquidos si no que los vamos sacando antes de echar el siguiente.
Durante el primer minuto del líquido dentro del recipiente, hay que estar agitándolo continuamente. Pasado ese minuto, durante los primeros diez segundos de cada minuto, debemos agitar el recipiente. Esto se realiza para que el líquido que está en contacto con la película que se va desgastando con el tiempo se recicle y siga surtiendo efecto correctamente
Existe un cuarto paso en el revelado que es el líquido humectante. Este líquido facilita el secado y hace que las manchas que pudiera dejar el agua no salgan. Hay quien usa una gota de lavavajillas en el proceso de lavado para este efecto.
El lavado es importante para no dejar restos de los líquidos del proceso sobre la película, ya que estos podrían deteriorar el negativo a la larga.
EXTRA
En cuanto al proceso de revelado de una película y de ampliación en papel, hay ligeras diferencias.
La principal y más importante eso las condiciones de trabajo y es que en contra de lo que muchos piensan, cuando trabajamos con película NO DEBE HABER NADA DE LUZ EN LA ZONA DE TRABAJO durante la carga de la película en el tanque de revelado, hay que trabajar a oscuras porque la película es sensible a todo el espectro de luz. Mucha gente piensa erróneamente que se puede trabajar con luz roja y exponer la película a esta longitud de onda, algo que creen haber visto en las películas de cine, etc… Esta situación de estudio con luz roja es solo válida para trabajar con papel. El papel no es sensible a la luz roja y por ello podemos usarla para ver mientras revelamos.
Otra de las diferencias es el líquido de revelado. Si bien podríamos usar el mismo porque es revelador igualmente, hay dos tipos diferentes optimizados cada uno para revelar cada uno de estos materiales. Por tanto hay revelador de película y revelador de papel.
La ventaja principal que tiene usar revelador de película para la película, como su nombre indica, es que los tiempo de revelado vienen, o suelen venir, en una tabla en el dorso de la propia botella y si no, existe mucha información con tiempos y disoluciones a utilizar para cada par carrete – revelador. Una de las mejores páginas que hay en internet es Digital Truth con muchísima información. Tienen aplicaciones para iOs, Andorid e incluso para Nokia, para llevar la info siempre en el móvil. No necesitan conexión una vez descargadas. Tienen, a parte de la base de datos, un cronómetro que se configura en función de los tiempos que te suministra la propia app y te dice las cantidades en cc que necesitas de cada líquido para hacer la disolución que la propia app te sugiere. Todo son facilidades y es altamente recomendable.
ERRORES TÍPICOS
En cuanto tenemos la película revelada podemos hacer una serie de análisis sobre los resultados que veremos a continuación.

Fotograma en negro. La foto está sobreexpuesta.
Película completamente en blanco, pero con texto en los bordes. La película no ha sido expuesta a la luz, no se han hecho fotos sobre ella, es decir, se ha revelado una película virgen. También puede ser, si sucede en un solo fotograma, que la exposición no ha sido suficiente como si le hubiéramos hecho una foto a algo a oscuras.

Película completamente en blanco, incluidos los bordes. No se ha revelado de manera correcta, bien porque el producto no está en buen estado o porque no ha estado el tiempo suficiente.
Película entera negra, incluidos los bordes. En este caso esa parte de la película se ha velado, ha sido expuesta a la luz directa por un tiempo excesivo.


No hemos usado la cantidad adecuada de revelador y hay parte del negativo que queda sin revelar porque el nivel de líquido queda por debajo de lo necesario.
Si se ven unas rayas a todo lo largo del negativo o en parte de el, este se ha rayado bien en la cámara o bien al cargarlo en la espiral para revelarlo


Si el fotograma queda demasiado transparente pero los números del margen quedan bien, puede ser que la foto esté subexpuesta. Sabemos que está bien revelado porque los bordes se ven bien. Si afecta a todo los fotogramas y no solo a uno, puede ser que el negativo se forzara y luego no lo hayamos tenido el tiempo suficiente.
Hay muchísima información relativa a los reveladores y a los carretes para conseguir diferentes resultados de grano y acutancia. Podríamos estar aquí hasta mañana hablando de eso, así que os invito a revisar libros los de Ansel Adams que podréis encontrar en la biblioteca de Bellas Artes, El negativo y la copia y os invito también a mirar información por internet.
Algún link interesante sobre el tema podría ser este site que viene muy bien explicado de manera resumida. También hay muchos links de youtube con videos de cómo cargar la película en el tanque de revelado
Aula
de Fotografía